Mi nombre es Lucas y soy cristiano por más de una razón. El haber sido consciente de mis fallos a la luz de la Biblia me hizo sentir tan culpable que creía que no había ninguna esperanza para mí. Sin embargo, el también ser consciente de que Jesús me amaba, a pesar de mi pasado, me dio una esperanza firme junto con un sentido de pertenencia a su lado.
Muchos creen que la fe y el creer en Dios es para los pobres y débiles emocionales, los inestables de ánimo que deben aferrarse a la espiritualidad para superar los problemas de la vida. Déjame decirte algo: el más fuerte de los hombres es el más pequeño ante la inmensidad de su Creador.
Jesús me representó en la cruz haciéndose débil para que yo fuera fuerte, su poder se perfecciona en mi debilidad.
Deja de engañarte a tí mismo, échate a los pies de la cruz para tener vida y vida eterna.
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